lunes, 13 de agosto de 2012

Literatura de bolsillo para leer pese a la crisis

Cultura

Efe. Zaragoza| 10/08/2012 a las 19:41    
La Asociación de Librerías apunta que las ediciones de bolsillo cada vez se editan "antes y mejor".

César Muñío, presidente de la Asociación de Libreros.. ARCHIVO 
 César Muñío, presidente de la Asociación de Libreros.. ARCHIVO La literatura de bolsillo se ha convertido en la alternativa por la que cada vez más optan los lectores para continuar con su pasión lectora en estos tiempos de crisis, al tratarse de ediciones más económicas y cada vez de mejor calidad.

Así lo ha asegurado Cesar Muñío, vocal de la junta directiva de la Asociación de Librerías de Zaragoza y propietario de la Librería París de la capital aragonesa y quien asegura que ahora "no vale la excusa del precio" para leer porque además del libro de bolsillo están las bibliotecas públicas.

Según Muñío, el libro de bolsillo "cada vez se edita antes y mejor" y "la tendencia" es, cuando el cliente llega a la librería, preguntar "qué hay de nuevo en bolsillo".

Como ejemplo de este éxito, este librero cita que, pese a que en 2011 la facturación en toda España se redujo un 4,1%, la venta de libros de bolsillo se incrementó un 4,5%.

Para el librero aragonés esto demuestra que, a pesar del libro electrónico, se sigue leyendo en papel y no se han dañado las ventas.


Libros electrónicos
El problema de este tipo de dispositivos son las descargas ilegales, algo que se ejemplifica en que solo se venden 0,70 obras por lector, así como fijar "cuánto tiene que valer un libro electrónico".

Muñío aboga por dar a los dispositivos electrónicos "la normalidad que tiene el libro en papel" y venderlos en los mismos espacios, dado que los libreros son un "valor añadido. Le hacemos falta al lector".

Es por lo que cree que, en el plazo de dos años, las librerías "más significativas" formarán parte de alguna de las plataformas de descargas legales que ya funcionan en Alemania como Libreka o la neoyorquina Zolabooks.

Aunque en su establecimiento ya se empieza a notar el descenso de clientes del mes de agosto, Muñío reconoce que los lectores han hecho acopio con antelación: "Para el verano la gente viene a cargarse de libros ya desde la Feria del Libro", en el mes de junio, ha asegurado.

Los más vendido
'La reina' elegida para este periodo ha sido la narrativa de intriga y, precisamente el libro de bolsillo, pero también se sigue leyendo, "y bastante", novela histórica, un género que en Aragón no ha perdido ventas, cree Muñío, gracias a escritores de esta tierra como José Luis Corral o Ángeles de Irisarri.

Así, entre los títulos más vendidos por las librerías de Zaragoza, que "pocas veces coinciden con las listas de éxitos", figuran, en novela histórica, 'El lector de cadáveres', de Antonio Garrido, Premio de Novela Histórica Ciudad de Zaragoza 2012 y que en bolsillo se vende a 6,95 euros, o 'La conjura de Cortés', tercero de la trilogía de Matilde Asensi sobre el Siglo de Oro.

En narrativa destacan 'Palmeras en la nieve', de la aragonesa Luz Gabás; 'Un camino a través del sol', de Corban Addison; 'Las tres heridas', de Paloma Sánchez Garnica; o 'El abuelo que saltó por la ventana y se largó', de Jonas Jonasson, una obra que junto con 'El enredo de la bolsa y la vida', de Eduardo Mendoza, o la divertida 'Por qué me comí a mi padre', de Roy Lewis y recuperada por la editorial aragonesa Contraseña, han vuelto ha subir las ventas de los libros de humor.

Y "se sigue vendiendo muy bien", dice Muñío, 'El día de mañana', Premio Nacional de la Crítica 2011, de Ignacio Martínez de Pisón, y recomienda el libro infantil 'Un perro', de Daniel Nesquens e ilustrado por Alberto Gamón; 'El abuelo...', de Jonasson, o 'Praga mortal', una novela policíaca de Philip Kerr.

Mientras pasan los calores estivales, Muñío espera confiado en el "arranque" de septiembre con la llegada de novedades "potentes", como el segundo libro de la trilogía de Ken Follet, dedicado a la II Guerra Mundial, y la nueva novela de María Dueñas 'Misión Olvido', tras el éxito de su primer trabajo 'El tiempo entre costuras'.