miércoles, 28 de diciembre de 2011

CUENTA CUENTOS


El dia 2 de enero a las 17.30h cuentacuentos en la biblioteca a cargo de Concha Ramón y Emilia Salas, despues sus Emisarios de SS MM LOS REYES MAGOS.

lunes, 28 de noviembre de 2011

CUENTA CUENTOS


El domingo día 4 de diciembre a las 17.30h en la biblioteca Cuenta cuentos a cargo de Concha Ramón os esperamos.

martes, 22 de noviembre de 2011

CELEBRAMOS EL DÍA INTERNACIONAL EN CONTRA DE LA VIOLENCIA DE GENERO

El próximo día 25 de noviembre la Asociación de Mujeres Puente de Jubo y la Concejalía de Cultura a través de la Biblioteca Municipal de Pinseque, llevara a cabo un Cuento para adultos " La Cenicienta que no quería comer perdices"y la posterior proyección de la película Celos. Esto tendrá lugar en la Casa de Cultura de Pinseque a las 17.00h.
OS ESPERAMOS.
Cuento contado por: Emila Salas.

domingo, 6 de noviembre de 2011

DIBUJO NATURALISTA

El próximo viernes, en la biblioteca a las 19.00h recibiremos a un ilustrador que nos visitara con un búho real y todos podremos aprender muchas cosas de este precioso animal y además a dibujarlo.

CUENTA CUENTOS

Me siento con la obligación de agradecer a las mamas y papas que todos los viernes,vienen con sus hijos a la biblioteca y comparten con ellos la hora del cuento, muchas gracias a todas por colaborar.

jueves, 11 de agosto de 2011

VACACIONES

La biblioteca de Pinseque permanecera cerrada del 12 de agosto hasta el 5 de septiembre por vacaciones....
FELICES FIESTAS PINSEQUEROS

miércoles, 29 de junio de 2011

NOTICIA BIBLIOTECARÍA

La Biblioteca de Pinseque durante el verano cambiara el horario del 1 de julio al 12 de agosto abrirá sus puertas de 9.30 a 13.30h. de lunes a viernes. Además los viernes tendremos muchas sorpresas.

miércoles, 8 de junio de 2011

TERTULIA LITERARIA CON JESUS A. DIEZ ESCRITOR LOCAL

El próximo viernes 10 de junio a las 16.30h. en la Biblioteca Municipal de Pinseque tendremos el placer de disfrutar de una tertulia con Jesús A. Diez Mendiz, y nos acompañaran el grupo de lectura de Cape que vienen a conocer la tierra donde se desarrollan las aventuras de Lupo, el protagonista de las dos novelas de nuestro autor local.

viernes, 27 de mayo de 2011

Asensi y Sánchez Vidal reciben el Premio de Novela Histórica Ciudad de Zaragoza EFE. ZARAGOZA

LITERATURA

Ambos autores han destacado hoy la importancia de este galardón por considerar que reconoce uno de los géneros que más conectan con el público y más lectores tiene en el mercado.

Agustín Sánchez Vidal y Matilde Asensi, durante la entrega de los Premios de Novela Histórica Ciuda de Zaragoza.OLIVER DUCH Agustín Sánchez Vidal y Matilde Asensi, durante la entrega de los Premios de Novela Histórica Ciuda de Zaragoza.OLIVER DUCH Los escritores Matilde Asensi y Agustín Sánchez Vidal han destacado hoy la importancia del premio de Novela Histórica Ciudad de Zaragoza, que les ha galardonado en esta edición, por considerar que es uno de los géneros que más conectan con el público y más lectores tiene en el mercado.

La escritora alicantina Matilde Asensi ha recogido esta tarde el Premio de Honor de Novela Histórica Ciudad de Zaragoza, mientras que el zaragozano Sánchez Vidal ha recibido el Premio Internacional por su obra 'Esclava de nadie', sobre la vida de Elena de Céspedes, una hermafrodita sometida a un proceso inquisitorial a finales del siglo XVI.

En una rueda de prensa previa al acto de entrega de premios, Matilde Asensi ha reconocido que recibir éste premio «es tan sumamente importante que es muy difícil transmitir la sensación».

Para la escritora alicantina este galardón es «un premiazo muy grande» e «implica una ilusión enorme» comparable, ha asegurado, a «como cuando te dan el Nobel».

Pero además, es que es un galardón que el género de novela histórica «se merece» porque «le gusta mucho a la gente y hay que reconocerlo» y por eso su idea es «seguir escribiendo» e incluso se ha atrevido a anunciar que «si vivo lo suficiente» narrará la historia del movimiento 15-M, cuyos miembros se encuentran acampados precisamente frente a la Casa Consistorial donde se ha celebrado el acto.

Preguntada por el entusiasmo que le ha provocado este reconocimiento, Asensi ha reconocido que en su trayectoria no ha recibido excesivos premios porque «no he querido entrar en ese circuito» y solo ha aceptado aquellos «en los que no hay editoriales metidas en los jurados».

«Prefiero ganarme a pulso a mis lectores con la calidad de mi trabajo» que «no va a depender de una publicidad gratuita gracias a un premio», ha sentenciado la escritora.

El primer autor aragonés premiado

Agustín Sánchez Vidal también ha agradecido este premio, dado por escritores especialistas en novela histórica, para un personaje que ha existido y que «no tiene el conocimiento que merece esta peripecia de una mujer que se dedicó a vivir con plenitud».

Sánchez-Vidal
consideraba que «había una verdadera responsabilidad» con el protagonista de la historia y los lectores y al que ha tratado como una persona y no como un personaje de «barraca de feria».

Además de por ser la primera vez que el premio lo ha recibido un escritor aragonés, este experto en cine ha mostrado su satisfacción porque haya sido en el género de novela histórica, «el segmento más concurrido del mercado» y uno de los que tienen mayor consenso del jurado.

No obstante, ha reconocido que él no es un autor de género sino que previamente analiza el personaje y le da a la trama «todo lo que pide» y el de Elena Céspedes «fue un caso real y tiene interés en la medida en que el personaje forma parte de una época» y que además su transformación en novela le supuso «un trabajo considerable» porque era un proceso inquisitorial de 600 folios.

El escritor Juan Bolea ha destacado la dificultad que supone acceder a este premio porque las propias editoriales hacen una criba y las novelas que se presentan «son excelentes» y el jurado está compuesto por escritores que «analizan al detalle cada uno de los textos».

En el caso de la novela de Sánchez Vidal ha dicho que «vimos algo extraordinario», ya que además del género aportaba la historia del primer caso de hermafroditismo, incluía capítulos dedicados a la inquisición y el uso de vocablos del siglo de oro utilizando una prosa «moderna y eficaz», entre otros aspectos.

En el caso de Matilde Asensi, además de su trayectoria, Bolea ha señalado que el jurado ha reconocido su aportación estilística y técnica al género y el manejo de la intriga.

El Premio de Honor de Novela Histórica de Zaragoza reconoce la trayectoria y los méritos de un autor a lo largo de su carrera literaria, en relación con el género de la novela histórica, y desde que fue fundado en 2006, ha recaído en Noah Gordon, Gisbert Haefs. Antonio Gala, Lindsay Davis y Jean Michel Thibaux.

En la edición de 2011 han concurrido al Premio Internacional de Novela Histórica Ciudad de Zaragoza 34 obras procedentes de 22 editoriales, que han sido evaluadas por el jurado compuesto por Juan Bolea, Almudena de Arteaga, María Corona Iglesias, Santiago Posteguillo, Magdalena Lasala, Luisa Miñana y Alfonso Mateo Sagasta

lunes, 16 de mayo de 2011

VISITA DE FERNANDO LALANA

El próximo día 20 de mayo a las 17:00h. el escritor zaragozano Fernando Lalana visitara la biblioteca, tendremos el placer de disfrutar de otra tertulia literaria con este autor gracias al grupo de lectura El Corrinche. Quedáis todos invitados no os lo perdáis.

ENTREVISTA DE JORGE MANGAS PEÑA A FERNANDO LALANA . ABRIL 2004

¿Qué te impulsa a escribir? ¿Cuándo y por qué y cómo empezaste a escribir?

Los motivos son dos, principalmente: El dar de comer a mi familia a diario y la necesidad personal de que la gente me quiera. Por supuesto, no concibo la literatura sin lectores y sin que los lectores me hagan llegar sus halagos. Sobre la segunda pregunta: Empecé a escribir a los catorce años. Cuentos muy cortos. Para intentar ligar con las chicas que me gustaban. Daba muy buen resultado, por cierto.

¿Qué quieres contar?


Me es indiferente, con tal de no dejar indiferentes a los lectores. Siempre que sean historias divertidas, emocionantes, interesantes... cualquier cosa. Excepto mi vida. Y nada de dar lecciones o de intentar convencer a los lectores de que piensen como yo. Mucho ojo con esos autores "didácticos" que se creen en posesión de La Verdad.

¿Cómo quieres contar (técnicas, medios expresivos, estética...)? ¿Lo consigues siempre?


Suelo narrar en primera persona y hacerlo en clave de humor. O, al menos, utilizar el humor siempre que puedo, que es casi siempre. Las intrigas se me dan bien y me divierten, también. Tengo facilidad para escribir teatro pero como no estoy metido en los círculos necesarios como para que me dé dinero, escribo teatro solo esporádicamente y siempre por encargo. Poesía, nada. Eso es otro nivel. Para hacer poesía hay que nacer poeta y yo no he nacido poeta. No confundir "poesía" con hacer versos, claro está.

Proceso creativo: ante el germen de una historia o poema, ¿permites que te crezca dentro y madure el tiempo que resulte necesario antes de verterlo a papel o lo viertes desde el primer indicio y permites que se desarrolle ya en el exterior y te arrastre?


Yo soy de los que creen que los libros hay que pensarlos totalmente antes de escribirlos. Cuando me pongo a escribir la primera línea es porque ya sé todo lo que quiero contar. Posiblemente llevo varios meses (en ocasiones, incluso años) dándole vueltas en la cabeza. Cuanto más claro lo tengo, mejor y más rápido lo escribo.

¿Estudio, aprendizaje y perfeccionamiento de técnicas o espontaneidad y escritura "de oído"?


A escribir se aprende leyendo. Y se mejora practicando, como todos los oficios. Las "academias de escritores" me parecen una tomadura de pelo.

¿Cómo se puede reconocer la "pasión" en un texto? ¿Cómo se le puede añadir pasión a un texto en apariencia "frío o cerebral"? ¿Es necesaria la pasión? ¿Dónde están los límites?


Ni idea, realmente. Aunque no creo que sea necesaria la pasión para apasionar al lector, que en el fondo es lo único importante. La buena técnica, el buen oficio, creo que son más importantes que la pasión. Eso sí, límites, ninguno. Cada cual, hasta donde quiera. O pueda.

¿Te obligas a no contar lo que quisieras contar (autocensura)? ¿Aceptas mordazas externas? ¿En qué circunstancias la autocensura (o la censura externa) puede ser necesaria?


Yo siempre escribo lo que me apetece. Nunca tengo la sensación de practicar la autocensura. Quizá tengo el listón muy bajo y no me hace falta. Todas las editoriales practican la censura en lo que llaman su "línea editorial". No conozco ninguna dispuesta a publicar cualquier cosa, sin límite alguno. Pero, precisamente lo que una rechaza, otra lo acepta y ese es el medio de esquivar esa limitación. El único límite que yo admito es el de la ley, en cada lugar y en cada momento.

¿Diriges la obra a un lector (espectador) o el hecho de que alguien pueda leer lo escrito es secundario? ¿Piensas en allanarle el camino al lector o el lector debe adaptarse a las posibles dificultades del texto?


Puede parecer contradictorio pero no lo es: Yo escribo para mí y no para los lectores, en el sentido de seguir mis propios criterios siempre y nunca tratar de hacer obras "prefabricadas". Pero, al mismo tiempo, no concibo escribir si no es para que alguien lo lea. Más aún: Para que alguien lo lea y luego venga a decirte que le ha gustado eso que ha leído. Yo no encuentro placer en escribir. Solo en sentir la respuesta favorable de mis lectores. Insisto: Yo escribo para que la gente me quiera; y si no es así, esto no tiene ninguna gracia.

Cómo te defines a ti mismo como autor (estilo, inquietudes, horizonte-proyectos...).


Un mercenario. Yo siempre he escrito para obtener algo a cambio: Para ligar con una chica, para ganar dinero, para recibir halagos de los lectores... Y si me toca la lotería, prometo firmemente no volver a escribir ni una línea más. Ese es mi máximo anhelo, tras haber puesto en el mercado ochenta y cinco libros, por ahora.

Ante el bloqueo creativo (durante la construcción de una obra, o antes de comenzarla, o recién terminada), ¿qué soluciones adoptas?


¿Bloqueo? ¿Qué bloqueo?

El escritor, ¿debe abrirse o cerrarse al diálogo con otros autores? ¿Se pueden romper las barreras generacionales, entre tendencias, entre artes, entre países y entre ámbitos culturales?


Se puede hacer, claro, como en todos los órdenes de la vida. Pero ni me parece necesario ni creo que las fusiones culturales, generacionales, etc. garanticen resultados artísticos o creativos superiores a la suma de esos esfuerzos artísticos aislados. El diálogo entre autores no me parece mal pero no creo que altere sustancialmente la capacidad de cada cual. Y, por supuesto, también hay autores imbéciles con los que es mejor ni hablar, no sea que te contagien su estupidez.

Pregunta abierta: anota aquí si quieres aquello que desees aportar según tus experiencias y que no queda recogido en las cuestiones anteriores.


Algo que todos sabemos: En España, el mercado editorial es un verdadero dislate. Siendo un país escasamente lector, se publica en cantidades disparatadas. Siendo muy, muy generoso, considero que la mitad de lo que se publica en España (tanto original como traducciones de extranjeros) nunca debería haber visto la luz.
Mientras yo soy cada vez más consciente de las grandes dificultades y de la gran especialización que supone escribir para niños, veo cómo la literatura infantil y juvenil es menospreciada cada vez en mayor medida. Sobre todo, por parte de sujetos que se autoproclaman escritores y no saben ni siquiera utilizar correctamente el subjuntivo.

lunes, 9 de mayo de 2011

DANIEL NESQUENS

Mañana dia 10 de mayo de 2011 el escritor zaragozano Daniel Nesquens estara en la biblioteca municipal de Pinseque a partir de las cinco de la tarde. Tendremos una entretenida tertulia literaria y luego firmara libros a los que deseen acercarse.

Entrevista a Daniel Nesquens


Escrito por Pablo Cruz el Domingo, 1 mayo, 2005

Daniel Nesquens entró por la puerta grande de la literatura infantil hace dos años, cuando publicó su primer libro para niños: Diecisiete cuentos y dos pingüinos. Nadie que haya leído los relatos que en él aparecen se ha quedado indiferente: todos opinan que son excelentes y conmovedores, y que los pingüinos que aparecen en el primer cuento son una de las ilustraciones más acertadas de Urberuaga. Pero si el comienzo fue bueno, al año siguiente publicó, junto a la ilustradora Elisa Arguilé, un libro que ha dado, y dará mucho que hablar: Hasta (casi) 100 bichos.

De Daniel apenas han aparecido un par de fotos en la prensa, y casi siempre con el mismo gesto: sujetando un lápiz entre los dientes, del mismo modo como los piratas sujetaban los sables cuando se disponían a abordar un barco. Pues bien, esta vez hemos sido nosotros quienes, a golpe de ratón, hemos atacado sus flancos con la intención de averiguar algo más de este escritor con nombre de jugador de fútbol. Y, aunque a alguno de vosotros le cueste creerlo, la entrevista que vais a leer a continuación es real. No lo parece, pero es así. Y si no lo creéis, leed alguno de sus libros. Os convenceréis.

Como advertencia, una cita de Monterroso con la que Daniel nos pone sobre aviso, para que luego nadie se queje: “La respuesta a su pregunta es muy difícil. En general encuentro siempre difícil dar respuestas para ser publicadas, pues tiendo a bromear, y entonces quedo como frívolo, o me pongo serio y quedo como un tonto”.

Cuéntanos algo de tu trayectoria literaria o artística antes de recalar en la literatura infantil.

Poca cosa puedo contar. Como digo en Diecisiete cuentos y dos pingüinos, mi biografía cabe en el reverso de una tapa de yogur. Da igual el tipo de yogur: desnatado, natural, de frutas del bosque, con cereales, biofidus, bajo en alquitrán…

Si acaso, podría contar algo de mi trayectoria culinaria: deglutí mis primeras frutas a los cinco meses y medio; mi primer jarrete de ternera (triturado), a los seis, el jamón de Jabugo…

En tu biografía leemos que también te dedicas a dibujar viñetas…

Así es, como usted dice.

¿Por qué decidiste probar suerte en la literatura para niños? ¿Fue después de comprender que no tenías posibilidades como futbolista de Primera División?

Efectivamente, me lleve una gran desilusión (de Renoir) cuando aquel entrenador (nunca olvidaré el nombre de su hija) me dijo que no me hiciese ilusiones, que mi futuro futbolístico era muy oscuro, que el equipo no necesitaba de mis servicios. Así que para no aburrirme me fui a una librería (Librería París) y me compré dos libros. Libros que leí. A estos books le siguieron otros, y otros. Y la lectura me llevó a la escritura.

“Mi biografía cabe en el reverso de una tapa de yogur”

En tu bibliografía, bastante extensa para un periodo de dos años, podemos distinguir claramente dos clases de libro: el álbum para los más pequeños, y el libro infantil o incluso juvenil. ¿Con cuál de esta clase de libros disfrutas más?

Me es indiferente. El deleite que produce la contemplación de un buen álbum es extraordinario. Pero igual me pasa con un texto.

¿Cómo empezáis a trabajar Elisa Arguilé y tú, y qué valoración haces de esta trayectoria en común?

Vengo observando que aprovecha cada cuestión para hacer dos preguntas, ¿por qué? Con lo fácil que sería hacer primero una pregunta y luego, una vez contestada, la otra. ¿Cuál era la pregunta?

¿Cómo empezáis a trabajar Elisa Arguilé y tú, y qué valoración haces de esta trayectoria en común?

Vi algunos dibujos de Elisa, me gustaron mucho. Es más, me gustaron una barbaridad. Le propuse casarnos, pero me contestó que me conformase con unas ilustraciones para un cuento. Le di el cuento y lo ilustró. Maravilloso. Lo tenemos guardado en un cajón.

La valoración que hago es muy positiva. Creo que esta mujer es una de las mejores ilustradoras a nivel (subrayé) mundial.

Hasta ahora no has sobrepasado el límite del relato breve. ¿No te atrae la idea de una novela juvenil o infantil?

Sí que me atrae, pero de momento la cosa está así.

En Hasta (casi) 100 bichos, premiado recientemente con un “White Ravens”, encontramos referencias cinematográficas, musicales y literarias no siempre fáciles de interpretar por un joven lector. ¿Está dirigido este libro a adultos con sentido del humor?

Hasta (casi) 100 bichos (¿ha dicho usted que le han otorgado un White Lavel, o algo así?) es un libro dirigido por Nesquens e interpretado por todo aquel que le guste sonreír. Pero no se confunda, que lo veo algo joven, interpretado por todo aquel que le guste el humor blanco, absurdo, surrealista. En este grupo no meto a los patanes que se ríen cuando una anciana se cae al suelo en un paso de peatones algo mojado por la lluvia que escasea.

Sin abandonar este libro, recuerdo una frase, en el capítulo dedicado al pez denominado “Japuta”, que en más de una editorial te habrían tachado sin contemplaciones: “A la japuta le podrían haber designado con otro nombre más decoroso: jamera, jabrón, jarica, zorraja…”. ¿Has tenido alguna vez problemas con tus editores en este aspecto?

En este as-pez-to no. Los tengo en otros.

En la historia de la literatura infantil y juvenil hay algunos autores transgresores y arriesgados. ¿Te sientes uno de ellos?

Cíteme ejemplos de autores de este tipo.

Roald Dahl, Richmal Cromptom, Astrid Lindgren, Gianni Rodari

Si se fija están todos muertos. Pero contestado a su pregunta la respuesta tiene dos letras. Una de ellas es vocal.

La imagen de autor cínico con fondo sentimental que sacamos a partir de tus obras, ¿se corresponde con tu personalidad?

Lo de cítrico puede ser verdad. Todos los días desayuno un zumo de naranjas. Lo de sentimental, bueno ¿quién no es sentimental en este mundo que vivimos?

¿Qué nuevos proyectos tienes en mente? ¿Seguirás trabajando con Elisa?

Lo que le digo, dos preguntas en una.

Estoy pensando en acometer por mí mismo las obras de la autovía Zaragoza-Teruel.

El trabajar con Elisa Arguilé no depende de mí. Depende (estoy totalmente seguro) de los editores. Desde las páginas de Babar hago un llamamiento a los editores para que nos editen. Si me permite la licencia, dejo mi correo electrónico por si algún avispado editor nos demanda trabajo: nesquens@mundodeporte.net.

Por último, me gustaría añadir que es usted muy amable. Casi tanto como mi tía Enriqueta, la que tiene el lince en su casa pensando que es un gato. ¿Y qué revista dice que es ésta?

lunes, 11 de abril de 2011

San Jorge y el Dragón



San Jorge y el Dragón de Daniel Nesquens, ilustrado por David Guirao. Alagón (Zaragoza): Apila, 2011. ISBN: 978-84-937896-1-9.


En aquella aldea soleada había árboles grandes, árboles pequeños,
casas con dos chimeneas, casas de madera, padres, madres, niños,
perros, gatos, ratones, lagartijas, sapos…

Y un monstruo.

Se trataba de un dragón. Al parecer, según afirmaban los más viejos, tenía las mismas
vidas que un gato. Su hambre era descomunal. Cuando las tripas le pedían comida,
salía de su guarida, se incorporaba sobre sus patas traseras, rugía desde lo alto de la
montaña, como si solo le quedasen tres días de vida, y descendía en zancadas pares,
con la boca abierta, dejando a la vista aquellos dientes serrados y afilados como
cuchillos de trinchar carne.

Y en un “pin pan fuego” comenzaba a engullir todo lo que abarcaba con la mirada: las casas, los padres, las madres, los niños, los perros, los gatos…

Todo.

Nadie se atreve a hacer frente a ese dragón. Y el que se atreve… se lo come.

En cierta ocasión llegó hasta el pueblo, a lomos de un alazán entero, sin castrar, un caballero de barba rojiza, diestro en las armas que decía llamarse el caballero de Alborac. Aseguraba tener el valor suficiente para enfrentarse al dragón y a su bastardo si lo tuviera. Cuenado el dragón apareció, el caballero de Alborac, al verlo cara a cara…
“Pies para que os quiero”. Valiente mamarracho.

Un día la doncella Bellatriz es capturada…

Su larga melena se agitó y quedó atrapada entre aquellas espinas del dragón que sobresalían como púas de rosal. Bellatriz gritó, suplicó, intentó liberarse de aquella trampa pero nada.

Sin quererlo, muerta de miedo, se vio arrastrada hasta la guarida de aquella bestia temible que, hinchada de comer, parpadeó, bostezó y se quedó dormida como un cesto.

La noticia de tan triste desaparición corrió como el viento llegando a oídos de un joven valiente al que, montado en su fogoso caballo, le gustaba correr regiones en busca de aventuras.

Nueva versión de la tradicional leyenda de San Jorge, la doncella y el dragón, un dragón más terrorífico que nunca, con el humor y la ironía de Daniel Nesquens, ilustrado maravillosamente por David Guirao y publicado por Apila Ediciones que esta vez ha apostado por un formato grande. Una combinación que hará que este libro se convierta en uno de los imprescindibles para la próxima Feria del Libro 2011.

jueves, 17 de marzo de 2011

EL ADIOS A UNA GRAN DAMA por Julia Navarro



Hay vidas que iluminan la vida de los otros y eso es lo que hizo Josefina Aldecoa iluminarnos, hacernos mejores a todos los que tuvimos el privilegio de conocerla. Josefina Aldecoa ha sido no sólo una gran escritora, sino que su inteligencia y talento la convirtieron en una de las mejores pedagogas con que ha contado nuestro país.

Hay vidas que iluminan la vida de los otros y eso es lo que hizo Josefina Aldecoa iluminarnos, hacernos mejores a todos los que tuvimos el privilegio de conocerla. Josefina Aldecoa ha sido no sólo una gran escritora, sino que su inteligencia y talento la convirtieron en una de las mejores pedagogas con que ha contado nuestro país.

Son unas cuantas generaciones las que se educaron con Josefina aprendiendo de ella valores inmutables y universales como lo son el aprecio por el conocimiento, la curiosidad por cuanto sucede alrededor, el no permanecer indiferente frente al dolor ajeno, la solidaridad, la tolerancia, incluso el sentido común, y sobre todo fue capaz de educar en libertad y en igualdad.

El Colegio Estilo fue un remanso de tolerancia en los años del franquismo, donde a los niños se les inculcaba valores democráticos, tolerancia y el sentido profundo de la libertad. Les contaré una anécdota que define la gran calidad de Josefina como educadora. Hace unos años uno de sus alumnos salió llorando de clase. Cuando le preguntaron qué le sucedía respondió que lloraba porque se había portado mal y Josefina le había mandado llamar a su despacho.

La respuesta fue sorprendente: "No, no me ha regañado, me ha explicado lo que he hecho mal, y lo que siento y por lo que lloro es porque la he dado un disgusto, y yo no quiero dar disgustos a Josefina".

Quien se haya educado con Josefina la llevará consigo para siempre. Como escritora, Josefina Aldecoa nos ha dejado el regalo de libros imprescindibles como "Historia de una maestra", "Mujeres de negro", "La fuerza del Destino", "El Dilema", "Las Hermanas", "La Enredadera" y libros de relatos y cuentos como "Fiebre", "Los últimos domingos", etc. Libros cargados de sensibilidad e inteligencia, en los que Josefina nos retrata el alma de unos personajes que no nos dejan indiferentes.

Era tal su personalidad que cuando se murió su marido, el gran Ignacio Aldecoa, Josefina decidió relegar su apellido y adoptar el de su marido. Era su manera de rendirle un homenaje permanente, de recordarle y que le recordaran siempre.

Cuando Josefina entraba en una estancia lo llenaba todo. Era una mujer bellísima, lo era incluso ahora con sus más de ochenta años, pero sobre todo era su personalidad, la serenidad y seguridad que desprendía, su consistencia intelectual, también su inmensa bondad.

Ahora que Josefina se ha ido, le toca a su hija Susana mantener la llama, de mantener ese estilo diferente de educar, a sus padres Ignacio y Josefina nunca se les podrá olvidar porque ambos están en la Historia de los mejores. Descanse en paz.


jueves 17 de marzo de 2011

miércoles, 9 de marzo de 2011


HISTORIAS ANDARIEGAS
Género: Cuentacuentos para jóvenes y adultos
Dirigido a un público: Jóvenes y adultos. Espectáculo de sala
Realizado por: Cristina Verbena

Sinopsis

PASEO POR VOCES QUE VAN DE LO TRADICIONAL A LO CONTEMPORANEO, DE GRIMM A CORTAZAR; PORQUE LAS HISTORIAS SIEMPRE HAN TENIDO PIES VELOCES.
UN SUEÑO LLEVA A UN JOVEN A UN VIAJE CON AGUJAS Y ABANICOS; UNA PUERTA QUEDA ENTREABIERTA ENTRE DOS NUBES. Y ME VIENE VOZ DE VIEJA SI OS PRESENTO A ROSA. VOZ DE MUJER QUE LE CANSAN LAS PIERNAS PERO ES CAPAZ DE CORRER POR UNA BUENA HISTORIA. CANTA MI VOZ ESA MÚSICA QUE CONSUELA EN LOS LARGOS VIAJES Y SERÁ UNA VOZ MOVIÉNDOSE RÁPIDA EN TUS PIES AL JUGAR CON ESA HISTORIA DE RISA VOLANDERA Y ESTE POEMA DE AMOR QUE TE VAN A BAILAR EL AGUA.
Y QUE EL TIEMPO SIGA SU CURSO. NOSOTROS, NOSOTRAS EN ESTE RATO DE TREGUA, NO LO MIRAMOS.

Duración:
1 HORA.

CUENTA CUENTOS PARA ADULTOS.

Cristina Verbena narradora hara un homenaje a la mujer trabajadora en la biblioteca con un espectaculo llamado Historias Andariegas, será en la bibloteca a las 17.30h. Os esperamos.

miércoles, 23 de febrero de 2011

NATURALEZA INFIEL

JUNIO DE 2008

Naturaleza infiel, de Cristina Grande

por Edmundo Paz Soldán

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Renata, la narradora de Naturaleza infiel, la primera novela de Cristina Grande (Huesca, 1962), es una mujer de pocas palabras. La historia que cuenta llega apenas a las ciento cuarenta páginas; sus capítulos fluctúan entre las dos y tres páginas, y tienen títulos, lo que les da un aire de microficciones. La novela puede entenderse como una sumatoria de relatos. “La ruptura, la fragmentación, la discontinuidad, la venta de propiedades y la muerte son los mayores pecados”, dice Renata. En la novela, sin embargo, la poética de los fragmentos es una virtud, pues son éstos los que construyen el mundo complejo, lleno de ambivalencia moral y resonancias inquietantes, de una familia española durante los años setenta y ochenta.

Renata puede no ser muy retórica, pero sí es elocuente. En el primer capítulo sitúa a los personajes principales de su historia: la madre y el padre, la hermana gemela, el hermano menor. En ese capítulo, se nos dice de un hecho fundamental: la muerte del padre, “de un infarto o algo parecido”. Hay un antes y un después de esa muerte, pero esto sólo puede saberse con la perspectiva de los años: una vez que el período ha sido superado, Renata descubre que “han sido los peores años de nuestra vida”. Naturaleza infiel es el relato de esos “peores años”. No hay grandilocuencia, tampoco la mitificación del pasado o el condolerse del drama o la tragedia. Simplemente, se trata de dejar que los hechos hablen por sí mismos. Por supuesto, para que eso ocurra se necesita talento para escoger los hechos, los detalles que darán cuenta de todo un universo:

El estante más alto era el de mi padre. Sus pares seguían allí bien aparcados, con el morro hacia adentro. En todos ellos el tacón del zapato izquierdo estaba mucho más desgastado que el derecho… era fácil reconocer sus pisadas porque, siendo una más débil que la otra, se asemejaban al sonido cardiaco de sístole y diástole. Era como si caminara con el corazón.

Cristina Grande es capaz de hacer lo que pocos escritores que escriben en castellano hacen: dejar que las elipsis, los silencios, lo implícito, digan más, mucho más que las palabras. Cuenta lo que se ve, pero importa más lo que no se ve. Así, nos vamos enterando del paso de la provincia a la capital; de hechos históricos importantes que jalonan la vida íntima de los personajes (Renata pierde la virginidad un 23-f); de cómo, a la muerte del padre, la madre decide no volver a casarse, y las hermanas se entregan a diferentes adicciones: Renata, al sexo casual con desconocidos; María, a las drogas (que la llevan a un centro de rehabilitación y a un final nada feliz). Este desenfreno tiene su sentido, al menos para Renata. Los hombres con los que se acuesta suelen ser mayores: “Creía que resucitaba a mi padre con cada cuarentón borracho que me ligaba alguna que otra noche”. Aunque Jorge, el novio del que ella ha estado más enamorada, la deja debido a su “naturaleza infiel”, lo cierto es que Renata es más bien muy fiel a su naturaleza: lo que ocurre es que lo que ella persigue escapa a la comprensión de Jorge (y también de Renata, por lo menos mientras lo vive; la escritura de la experiencia será el momento de la lucidez).

En la novela asistimos a la expansión progresiva de un mundo. La España franquista da paso a la España de la transición. El país se moderniza, y los medios dan cuenta de ello. La familia de Renata es de las primeras del pueblo en tener televisión en casa. La Philips de madera cede su lugar a la Vanguard de formica, “en la que vimos la llegada del hombre a la luna”. Luego aparece una Grundig en color. Un día, un primo llega a casa con el CD de Madame Butterfly, “el primer CD que vimos”. De todos los medios y tecnologías que aparecen en Naturaleza infiel, el más importante es la fotografía, pues no sólo identifica al padre, fotógrafo compulsivo, sino que puede entenderse como una metáfora de la forma que toma la novela: un álbum de fotografías en el que no vemos todo; debemos, a partir de unos fragmentos, de unas cuantas fotos, armar la historia. Más interesante aún: aquí también importan las fotos no tomadas. Renata dice que a veces no lleva la máquina fotográfica “para no perpetuar unos recuerdos que con el tiempo nos empeñaríamos en borrar infructuosamente”. La novela se construye, entonces, sobre fragmentos (las fotos que se tomaron) y ausencias (las fotos no tomadas).

¿Algo que se le pueda reprochar a Cristina Grande? Ciertas frases de efecto: “Yo sólo creía en el café por las mañanas y en el amor por las noches”; “la verdad es que mientras ella se metía picos en el brazo yo metía hombres entre mis piernas”. Estas frases chirrían dentro de una prosa tan poco dada a llamar la atención sobre sí misma. Por lo demás, Naturaleza infiel es una muy buena primera novela. ~

miércoles, 9 de febrero de 2011

Las lecturas de Valentín


Las editoriales disparan sus flechas de cara a San Valentín y presentan una nutrida oferta de literatura romántica para todo tipo de lectores

Hay libros para todo tipo de públicos, desde los enamorados a los desengañados, y también a los conquistadores

">Ante el próximo 14 de febrero las editoriales presentan sus obras más "amorosas".

Ante el próximo 14 de febrero las editoriales presentan sus obras más "amorosas".

EUROPA PRESS. MADRID Lunes, 7 de febrero de 2011 - 04:00 h.

LAS editoriales pondrán toda la carne en el asador coincidiendo con la llegada de San Valentín y ofrecerán a los lectores una nutrida oferta de literatura "romántica" para todo tipo de públicos, desde los enamorados a los desengañados sin olvidarse de los futuros conquistadores.

Los más previsores ya pueden hacerse con la novela Carolina se enamora (2008), del autor italiano Federico Moccia, quien se ha convertido en un fenómeno en su país gracias a la verosimilitud de sus historias, en conexión directa con la realidad social del momento.

La obra gira en torno a la historia de Carolina, una adolescente "convencional" cuya vida transcurre cerca de sus amigas, con las que comparte los días y los sueños, antes de la llegada de los primeros besos y de la acometida punzante del amor y su naturaleza volátil.

Inspirados en una de las obras de Moccia, muchos jóvenes han sellado su amor con candados en el puente Milvio de Roma, hasta el punto de que las autoridades de la ciudad consideran este fenómeno, que comenzó como una divertida atracción, como un verdadero problema.

Manual de amor

Asimismo, ya está a la venta La primera noche (Marc Levy, Planeta), la secuela de las aventuras de Keira y Adrian, dos científicos en busca de lo desconocido que tendrán que enfrentarse, en esta ocasión, a los integrantes de una intimidatoria sociedad secreta.

También con vistas a San Valentín, la editorial Aguilar ha publicado ¡Cuánto te quiero! (Xavier Guix), un libro de autoayuda que bucea en los lazos afectivos y las relaciones personales para desentrañar sus claves y evitar el dolor derivado de su mala gestión.

Con esta propuesta, que se revela como un manual sentimental para tiempos modernos, el psicólogo Xavier Guix se sumerge en los dilemas amorosos para trazar un mapa emocional, una guía para descubrir aquellos factores ocultos que determinan las relaciones adultas.

La editorial Alfaguara también tiene previsto un gran lanzamiento para los aficionados a las historias de amor, Cada siete olas, la nueva obra de Daniel Glattauer, que narra la historia de Leo y Emmi, dos desconocidos dispuestos a reunirse tras enamorarse en Internet.

Se trata de la esperada secuela de Contra el viento del norte, que bucea en la relación epistolar entre dos personajes condenados a encontrarse a través del seguimiento de sus correos electrónicos. Es un tema de rabiosa actualidad, ya que muchas parejas surgen por encuentros electrónicos antes de tener el primer encuentro cara a cara. "E-mail" tras "e-mail", Leo y Emmi llegan a conocerse profundamente.

Ideas para quedar bien

Por su parte, MR Ediciones (Grupo Planeta) apuesta por dos títulos "muy románticos" de cara a San Valentín, la guía para víctimas de la dopamina El libro de los enamorados (Kate Gribble) y la novela de tintes autobiográficos Mil días en la Toscana (Marlena de Blasi).

Según la editorial, El libro de los enamorados "hará las delicias" de los lectores avivando "la llama" de sus relaciones de forma "sorprendente". Entre otras cosas, conocerán los romances más célebres de la Historia y lugares "de ensueño" para sus "escapadas".

A su vez, Mil días en la Toscanagira en torno al idilio entre la propia autora y su marido Fernando, que deciden marcharse de Venecia, donde lo tenían todo, para vivir rodeados de doscientos vecinos, antiguos olivares y aguas termales en un pequeño pueblo de montaña.

Y para quienes prefieran otras propuestas, el Teatro Arenal de Madrid festejará San Valentín el próximo 14 de febrero con un pase especial de la pieza Relatos eróticos, una selección de "historias emotivas, graciosas y sensuales" para los espectadores más atrevidos.

Según sus promotores, el espectáculo de Victoria Siedlecki, que lleva 18 meses ininterrumpidos en cartel, fue concebido para "agasajar a las parejas que busquen algo más que lo de siempre", "salir deseando aún más" al "partenaire" y aprender nuevos trucos.

martes, 8 de febrero de 2011

REUNION JUEVES CLUB DE LECTURA

Este jueves nos volvemos a reunir a las 15 h. en la biblioteca trataremos dos textos de Carlos Castan y también a Miguel Mena.
Nos vemos.

miércoles, 2 de febrero de 2011

Ana Alcolea, premio Anaya de literatura infantil y juvenil


HERALDO.ES 02/02/2011 a las 15:12

Alcolea ha ganado la octava edición de este galardón, dotado con 18.000 euros, con la novela 'La noche más oscura', dirigida a jóvenes a partir de 12 años

La escritora Ana Alcolea.OLIVER DUCH La escritora Ana Alcolea.OLIVER DUCH La escritora zaragozana Ana Alcolea ha resultado ganadora de la VIII edición del Premio Anaya de Literatura Infantil y Juvenil, dedicado este año al ámbito juvenil, con la obra 'La noche más oscura'. El texto premiado, basado en hechos reales, se publicará en abril y estará dirigido a jóvenes a partir de 12 años. Este galardón está dotado con 18.000 euros.

Nacida en Zaragoza en 1962, Ana Alcolea es licenciada en Filología Hispánica y diplomada en Filología Inglesa. Desde 1986 es profesora de Secundaria. Ha publicado ediciones didácticas de obras de teatro y numerosos artículos sobre la enseñanza de lengua y literatura. Adora conocer otras culturas y otras lenguas. En 2009 aparece su primera novela para adultos, 'Bajo el león de San Marcos' (Algaida). En la colección 'Espacio Abierto' ha publicado las novelas 'El medallón perdido', 'El retrato de Carlota', 'Donde aprenden a volar las gaviotas' y 'El bosque de los árboles muertos'.

Para la autora «cada viaje, como cada libro, es una ventana abierta al mundo. Una ventana a través de la cual no solo conocemos más al mundo, sino a nosotros mismos. El viaje nos abre los ojos a mundos diferentes: a través de la literatura los vemos y los vivimos desde dentro del libro. El escritor es el que empieza este viaje, pero es el lector el que lleva a puerto cada nave. El lector es el verdadero capitán de ese barco que va surcando un mar en el que se mezclan las olas de la ficción y las de la realidad». 'La noche más oscura' es prueba de esta concepción de la literatura, donde Ana Alcolea introduce al lector en una historia basada en acontecimientos y lugares reales, que lo conducirán hasta uno de los terribles episodios de la II Guerra Mundial, con el escenario de fondo de un misterioso faro en Noruega.



El jurado del VIII Premio Anaya de Literatura Infantil y Juvenil ha estado presidido por el ganador de la pasada edición, el escritor Daniel Nesquens, y ha contado con la participación de Pilar Gallego (presidenta de CEGAL y de la Feria del Libro de Madrid), Carlos Lapeña (bibliotecario), José Morán (escritor y especialista en literatura infantil y juvenil), María Luisa Blanco (asesora de literatura infantil y juvenil de Anaya), y Pablo Cruz (editor de Anaya Infantil y Juvenil). En esta edición se presentaron 90 originales procedentes, además de España, de países como Argentina, México, Chile o Colombia.



Los integrantes del jurado destacaron de la obra premiada “la buena construcción y relación de todos los elementos, que van encajando como un puzle”, señalando además la presencia de “los ingredientes necesarios para atrapar a los jóvenes lectores: viajes, misterio, amor adolescente, sueños que mezclan fantasía y realidad… ”

miércoles, 19 de enero de 2011

EL SINDROME DE CHÉJOV


16 abril 2007

Trescientos días de sol - Ismael Grasa.


Cuando se acaba la lectura de Trescientos días de sol, de Ismael Grasa (Xórdica Editorial, 2007), es inevitable pensar que su autor ha escrito exactamente el libro que pretendía escribir. Es un libro con doce relatos, equilibrado, simétrico, con un sentido de la unidad de estilo muy acusado. Así, Grasa ha optado por un estilo claramente deudor de la narrativa corta norteamericana de los ochenta, el famoso realismo sucio -aunque siempre resulta incómodo utilizar esa etiqueta ya superada, la menciono por diferenciar ese estilo identificable de las tendencias actuales, más diversas, y que transitan otros caminos-. La frase que Grasa utiliza es directa, breve, concisa, irónica, y sus personajes cuentan con humor, a veces negro, historias que siempre están contempladas desde una óptica muy cercana. De los doce relatos ocho están narrados en primera persona y los cuatro restantes en una tercera-primera. Cierta sequedad narrativa, y la intencionada falta de florituras de cualquier tipo, así como la circunstancia de que todos los relatos están contados desde el mismo lugar, con una mirada parecida y un objetivismo sólo aparente, pueden hacer caer a veces en cierta monotonía que su autor salva de manera brillante. Las voces de sus personajes son muy parecidas, pero bajo esa fachada, con un narrador que cuenta lo que ve y describe conductas y comportamientos con agresividad y humor, con cinismo a veces, está el escritor, disponiendo la información para que los relatos sean lo más eficaces posibles. Así, Grasa suele utilizar un juego interno de contrastes dentro de los relatos, que proveen a estos de picos argumentales, una especie de dientes de sierra con los que a una escena humorística sigue una violenta o negra, y a un personaje cotidiano y vulgar sigue la aparición repentina de uno amenazador. Así recrea una tensión que hace desenvolverse a las historias con facilidad y generando intriga en el lector. No hay, aparentemente, psicología en sus relatos, no al menos narrada de la forma convencional, pero tampoco hay un simple conductismo aburrido. Los personajes lanzan mensajes cuestionándose sus comportamientos y los de los demás, y ese tapiz de historias quiere componer una especie de relato generacional, otro de los temas fundamentales de la historia: las relaciones entre dos generaciones distantes, que no se entienden y que no pueden entenderse porque han vivido en dos Españas totalmente distintas. La actual se muestra desorientada, cobarde a la hora de madurar, indecisa y sin atreverse a tomar las riendas de su vida. Ejemplar en ello es Servilletas en la piscina, una delicia de humor negro, pero ese tema está muy presente en La casa de Benedé o La herencia.

Hay también hermanos menores que miran de reojo el comportamiento ya establecido y previsible de los mayores -Mecedoras-, personajes afligidos pero en constante cambio -Pájaros-, un fantástico relato perteneciente al género, tan norteamericano, de cazadores en la nieve -Un sarrio-, aunque donde Grasa da una medida de su gran talento y mirada narrativa es en dos relatos como Tablón de anuncios -el caso clínico de un solitario- y, sobre todo, en el magnífico Algo provisional, donde Grasa se hunde con naturalidad en un tema tan complicado como la pederastia, resolviéndolo con brillantez merced a la maldad oculta que se intuye tras sus personajes golpeados y cínicos, y sobre todo a no haber caído en una fácil complacencia.

Otras constantes de estas historias son cómo los lenguajes vitales de unos personajes nunca dejan huella en la mente de los otros: "Hablamos el profesor y yo de cosas y después sacó un cuaderno en el que escribía poemas en prosa. Leyó uno sobre una isla en la que se supone que él vivía espiritualmente, algo sobre la soledad" (pág. 40); la facilidad del autor para la descripción aguda: "Los zapatos de tacón de mi madre evitaban en la calzada las heces del ganado" (46); la presencia de guiños cinematográficos bien integrados en la narración: "Nuria entró en el dormitorio y tiró al aire los billetes del sobre para que cayesen sobre ellos. No eran muchos, fue un efecto de lluvia de dinero algo deslucido. Entraba aire por la ventana, los billetes podían salir volando. Jonás y Nuria se arrodillaron entonces para recogerlos." (103); ironías felices sobre la mediocridad de los trabajos del asalariado medio: "Lo cierto es que ser representante de bebidas puede ser un primer paso para acceder a la política, igual que hizo Fox en México con la Coca-cola. Muchas veces cuento este caso." (78) Respecto a este último elemento, Grasa se preocupa -demuestra por ello, además de talento, una profesionalidad encomiable al apreciarse que quiere escribir buenos relatos, y darles vida interior, lo que podrá en su caso hacerlos memorables- porque todos los personajes de sus relatos tengan ocupaciones y trabajos determinados. Alejándose de esa costumbre tan española de situar a los personajes literarios en un lugar equidistante entre la Luna y el punto de entrada en la atmósfera terrestre, Grasa quiere que sepamos quiénes son exactamente esos tipos sobre los que va a hablar, con los que va a jugar, a los que va a reflejar.

Bajo su apariencia de retrato generacional, una especie de recorrido por el proletariado español actual de treinta y tantos, con demasiados jóvenes de profesión inmaduros, deudor de una estética demasiado concreta y desde una sincera falta de retórica, Grasa llega mucho más allá en su aventura y logra seducir al lector con historias bien armadas, y apoyándose en un estilo uniforme y honesto nos muestra las debilidades y contradicciones de personajes que en manos sin talento habrían devenido en caricaturas -ejemplos hay al respecto en que ha ocurrido esto cuando se toma la estética del relato corto norteamericano como modelo- y que en las suyas terminan adquiriendo vida, contagiando emoción, convirtiendo este libro de relatos en una lectura, más que recomendable, aconsejable para el aficionado al libro de relatos.


BIOGRAFIA

Ismael Grasa (Huesca, Provincia de Huesca, 1968). Escritor. Estudió Filosofía en Pamplona y en Madrid. Vive en Zaragoza. Ha publicado los libros De Madrid al cielo (Premio Tigre Juan), Días en China, Sicilia, Nueva California y Trescientos días de sol. Fue profesor de español en China. Aparece como actor invitado en las películas de David Trueba: Obra maestra, protagonizada por Ariadna Gil, Santiago Segura y Pablo Carbonell, donde interpreta a un guardia de seguridad, y Bienvenido a casa, protagonizada por Pilar López de Ayala, Alejo Sauras y Jorge Sanz, donde interpreta a un padre en las sesiones de preparación al parto de su mujer. Actualmente es profesor en el colegio Liceo Europa de Zaragoza. El 31 de octubre de 2007 se le concedió el premio Ojo crítico de Narrativa por su obra 'Trescientos días de sol'.

[editar] Obra

  • De Madrid al cielo (novela) (Anagrama, 1994), Premio Tigre Juan
  • La esforzada disciplina del aristócrata (Ayuntamiento de Toledo, 1995)
  • Días en China (novela) (Anagrama, 1996)
  • Fuera de casa (Plaza & Janés, 1999)
  • Nueva California (relatos y poemas) (Xordica, 2003)
  • Sicilia (viajes) (El Cobre, 2000)
  • La Tercera Guerra Mundial (novela) (Anagrama, 2002)
  • Trescientos días de sol (relatos) (Xordica, 2007)
  • Brindis (novela) (Xordica, 2008)

[editar] Enlaces externos

  • Página web personal: [1]

[editar] Premios

Obtenido de "http://es.wikipedia.org/wiki/Ismael_Grasa

ENTREVISTA A GRASA

Hola a tod@s, os dejo una entrevista de Ismael Grasa, espero que os ayude a entender más sus relatos.

27 mayo 2007

Entrevista a Ismael Grasa

(Entrevista realizada mano a mano con Guillermo Pemán)

BUENA PARTE DEL DEBATE LITERARIO NACE DE LOS BLOGS

INICIOS

Empecemos por el principio, ¿qué le llevó a escribir?
Pasan los años y uno no tiene una respuesta para eso. Supongo que leer, y el deseo de hacer algo parecido. Es verdad que uno empieza a escribir porque conoce a escritores. Empezar a escribir no es fácil, y yo compartí pisos con amigos escritores que me animaron a escribir.
La literatura tiene algo de contagioso. Lleva fama de ser solitaria, y es necesaria cierta dosis de soledad, pero la realidad es que tiene bastante que ver con el hecho de relacionarse con otras personas que leen y escriben.
Como muchos, yo empecé con concursos. Después mandé una novela a una editorial, salió publicada y ya no volví a presentarme a ningún concurso.
Y de pronto uno es escritor. Duermes y a la mañana siguiente eres escritor, hagas lo que hagas.
¿Qué personas le influyeron en esos comienzos?
No son personas especialmente importantes. Algunas trabajan como guionistas, pero no son muy conocidas.
Su primera novela salió en Anagrama...
Sí. Muchas veces, cuando imparto talleres literarios, los aspirantes a escritor piensan que existe un secreto para publicar, o que debes conocer a alguien. En mi caso, lo único que hice fue enviar la novela a la editorial en la que quería publicar.
Quizá también era un momento, hablo de comienzos de los noventa, en que el mercado español estaba abierto a jóvenes novelistas. Pero en todo caso, en este momento hay una red suficiente de editoriales para que un buen manuscrito, si realmente es bueno, encuentre cauce. Un texto interesante siempre encuentra su lugar en el mercado.
¿Son recomendables los talleres literarios en la forja de un escritor?
Al principio era un poco reacio a los talleres. Pensaba que la escritura no puede aprenderse en un aula. Sin embargo, conforme pasa el tiempo cada vez me parecen más útiles.
El hecho de escribir algo y leerlo en voz alta delante de los demás da conciencia de lo que realmente es el texto literario. Se quiera o no, una vez escrito pasa al dominio público y deja de pertenecerle al autor.
Cuando otros leen tu trabajo en voz alta, surgen momentos muy iluminadores para la gente que escribe.

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DÍAS EN CHINA

Usted estudió Filosofía y Letras. ¿Existe algún movimiento o autor filosófico que le atraiga especialmente?
Me gusta leer ensayos, si bien es verdad que no me atrae la filosofía en un plano académico. Durante una época sentí cierto rechazo hacia el texto filosófico. Me parecía que estaba lleno de una jerga oscura: oscura no porque el texto dijese cosas profundas, sino porque el texto era sencillamente oscuro. En ese sentido, un filósofo era un escritor malo. Todas las cosas se pueden decir con un lenguaje asequible. No hay ideas tan profundas que uno necesite leerlas tres veces para entenderlas: eso significa que están mal expresadas.
A mí me interesa el pensamiento cercano al periodismo, al lector. Una democracia se caracteriza por el debate público y en ese sentido están los artículos de fondo de los periódicos, los libros de ensayo; pero no como una disciplina pactada de la realidad, sino como un modo de debatir ideas.
En su novela Días en China menciona a Ortega y Gasset, al que califica de "divulgador"...
Hoy me siento más próximo a Josep Pla o Julio Camba, por hablar de contemporáneos. Pero hay que reconocer que Ortega es el único pensador que estaba en el debate intelectual europeo. Desde Gracián no hemos tenido un autor que se estudie en las universidades alemanas. Pero no es autor que me guste especialmente.
¿Cómo acabó dando español en China?
Igual que comencé a escribir. Compartí piso con extranjeros a los que enseñaba español. Una de esas personas era un chino que vivía de las clases de taichi. Yo había acabado la carrera, trabajaba de camarero... Iba un poco a la deriva, como muchos escritores en sus inicios. Y esta persona me ofreció dar clases en China. Así de azaroso y casi absurdo.
¿Cuánto hay de verdad en Días en China?
Es una novela. Una novela a partir de experiencias vividas. Podría haber hecho un diario, unas crónicas de mi viaje. Pero lo tengo claro: es ficción. Creo que no hay confusión.
Me sirve muy bien para expresar las cosas más despiadadas; mejor que el relato directo, porque en él interviene la prudencia y hay cosas que no se dicen.
Usted intervino en la película Obra maestra, ¿ha pensado escribir un guión cinematográfico?
Hice un master en la Universidad Autónoma de guión cinematográfico cuando no existía la escuela de cine. Pero no me sentí cómodo. Sentía envidia del escritor que no tiene que rendir cuentas a nadie.


BLOGS

Acaba de introducirse en el mundo de los blogs, ¿cómo le está yendo?

Dedico parte del día a leer blogs. Buena parte del debate literario, de las fuentes de ideas de discusión nacen de los blogs. Cada día me interesan más.
En principio como lector, pues no pensaba crear un blog. Ahora me han abierto una página de promoción del libro de relatos. Y lo hago un poco como agradecimiento. Nunca había guardado nada de lo que publicado sobre mí, quizá por falsa modestia, hasta que me dieron esta página donde sí que aprovecho a colgar mis artículos y reseñas.
También tiene una página personal...
Sí. No se puede llamar blog, porque un blog es algo más vivo. En ella cuelgo los artículos que escribo en la edición oscense del Heraldo.
Esta página la abrí para mis amigos. Suelo mandarles mis textos por correo electrónico, pero siempre te olvidas de alguno; y así todos pueden leerlos. En principio era un blog "secreto", pero algunos amigos lo han enlazado y eso te crea presión; porque ahora te lee más gente y debes esforzarte más.
Pero yo no lo llamaría blog. No tengo intención de ampliar sus contenidos, Además, los blogs pueden ser algo vampíricos. Empiezas a meter cosas y a estar más pendiente de los comentarios...
¿Lee usted blogs?
La idea de los blogs me parece el colmo de la democracia y la sociedad civil. Leo muchos blogs y tengo varias "rutas": una me lleva media hora, otra dos... Paso más tiempo leyendo blogs que revistas, por ejemplo.
Suelo usar de puerta el de Mariano Gistaín; desde allí leo periódicos digitales, el blog de Arcadi Espada, etc. Luego voy al de Antón Castro, que tiene muchos enlaces y ya miro los blogs de amigos.



TRESCIENTOS DÍAS DE SOL

Las críticas de su libro Trescientos días de sol han sido muy buenas, ¿qué tal van las ventas?
Es pronto para saberlo. Pero por la repercusión que ha tenido, creo no va mal.
Escribió parte del libro en la Ledig House International Writers Residency...
Es una fundación de Nueva York que ofrece becas en una residencia para escritores. Estuve allí cuatro semanas, y resultó una buena experiencia. De hecho, el primer libro del relato está situado en esa zona, cerca del río Hudson.
El resto de los relatos fueron escritos en diferentes momentos, alguno salió publicado en revistas...Todos tiene un punto en común, al principio no previsto: la posibilidad del delito. Sus personajes están dentro de la ley pero podrían no estarlo. Es decir, ¿estamos en la línea del bien por inercia o cuál es la razón? Luego me he dado cuenta de que en el libro hay más bodas que delitos, así que igual pertenece al género rosa...
De hecho, usted dijo en una presentación que puede tener varias lecturas: gótica, rosa y social. ¿Cuál es la que más se acerca a su idea original?
Mariano Gistain decía que de lo que trata en realidad es de la eventualidad de los contratos laborales y de la vida contemporánea, aspecto que yo no había pensado. En realidad, ese carácter de denuncia social del libro es, quizá, lo que más sobresale. Es innegable que la obra habla de una sociedad en que vivimos en la que todo es provisional, no hay nada para toda la vida.
Esto puede crear cierta angustia y la sensación de ir a la deriva, como los personajes que deambulan por mis relatos: seres que no pierden nunca la esperanza y que están a la espera de que algo suceda, aun a sabiendas de que no va a suceder. Esperan un momento de iluminación que no llega nunca. Pese a los infortunios, en ningún momento se comportan como resentidos.
Se escuchan muchos ecos de John Cheever, Raymond Carver y del realismo sucio...
Sí, y también de Saul Bellow. Mis referentes son esos. No me gusta mucho la expresión "realismo sucio", pero sí que mis relatos parten de lo cotidiano, que es el ámbito donde más cómodo me siento.
Siempre he tendido más a la observación que a la fantasía. Las cosas que escribo están fijadas a lugares muy identificables. En De Madrid al cielo se pueden seguir en un callejero todas las acciones que transcurren. Siempre pienso en escenarios muy concretos, pues es donde más me defiendo y me inspiro.
¿De dónde sacó la anécdota del afilador de cuchillos que atraca a sus víctimas con las armas que éstos le ofrecen?
Es un hecho real. Me visitó un chaval que afilaba cuchillos. Yo no sé si por el adormecimiento (el timbre me había despertado de la siesta), o porque realmente tenía un cuchillo que afilar, se lo di, y me pasó lo que describo en el libro. Cuando me lo devolvió, me pidió una cantidad desorbitada de dinero a cambio. Era un atraco en toda regla. Pero si yo le hubiese querido denunciar, él podría haber alegado que me estaba devolviendo el cuchillo. Al final pude llegar a un acuerdo amistoso por menos dinero.
¿Tiene alergia a cualquier tipo de estilismo recargado?
Me interesa ser cada vez más llano. Cuando uno empieza a escribir suele tener al lado un diccionario para buscar alguna palabra de lucimiento. Eso, en realidad, es inseguridad. Para mí, cuanto más limpia sea la página, mejor. Me interesa contar la vida, los sentimientos, y si soy capaz de hacerlo con un lenguaje llano, pues mejor que con un lenguaje complejo. Recargar mucho la prosa puede impedir ir a lo esencial.
Samuel Beckett se pasó al francés para limpiarse del barroquismo de James Joyce y decía: "Escribo en francés porque es una lengua que no domino del todo y así me empobrezco". No hay prosa deluxe, sino prosa de verdad o de mentira.
Ha probado suerte en distintos géneros literarios: novela, libros de viajes, poesía y relatos, ¿en cuál de ellos se siente más cómodo?
El género de relatos cortos me atrae especialmente. No tengo la sensación de que añadiendo cien páginas a alguno de estos relatos vaya a darle más calidad. A veces, cuando leo a Natalia Ginzburg y Chéjov, pienso que no se puede hacer mejor, y eso me motiva.
¿Sigue un método de escritura?
Para escribir, lo único que tengo que hacer es dejar de hacer otras cosas. Si es algo para un periódico o algún libro por encargo, el mejor método es que te paguen y te pongan un plazo; si es una obra que la haces porque realmente te apetece y nadie te presiona, pues tanto mejor. El tiempo para escribir es algo que uno roba de otras actividades. Hay mucha gente que tiene un libro en la cabeza y se muere sin haberlo escrito nunca. También es verdad que, a veces, uno se sienta a escribir y eso no le lleva a ninguna parte, me pasa con muchos libros, empiezo cosas y luego no las termino.
¿Qué opina de la actualidad literaria española?
En este momento es imposible estar al día de todo, tenemos muchas corrientes y mucha variedad- Quizá hubo un tiempo en España en el que uno podía estar al día, aunque creo que es más positiva esta dispersión. La verdad es que solamente con leer a los amigos se me pasa la vida.
Así que se mueve mejor en el círculo de escritores aragoneses: Félix Romeo, Daniel Gascón, Miguel Mena...
Son personas con las que tengo amistad. El panorama aragonés está en un buen momento, sobre todo la poesía. El poeta David Mayor me contaba hace poco que, en los autores jóvenes, existía más tensión entre los poetas que en los narradores.
En el futuro habrá historias nuevas porque contaremos con una sociedad más cosmopolita. Los institutos, en la actualidad, tienen alumnos procedentes de distintos países y la futura generación de escritores se nutrirá, indudablemente, de ellos.
¿Se puede vivir de la literatura?
Ese es otro tema. Para que uno saque provecho tienen que darse varios factores: buena promoción, una editorial competente, que uno sea bueno... Normalmente los escritores suelen vivir de cosas de la periferia de la literatura, como artículos, suplementos literarios, etc.
Ha pasado de una editorial de las grandes, Anagrama, a otra que se mueve en ámbitos más regionales, como es Xordica. ¿A que se debió el cambio?
Las editoriales grandes normalmente quieren novelas, de ahí que Trescientos días de sol haya salido en Xordica. Es una editorial competente, sus libros están bien editados y en el catálogo hay personas con las que tengo gran amistad, al igual que con su director.
El libro tendrá la vida que tenga que tener, no creo que sacarla en una editorial con mayor distribución mejore un libro. Sigo teniendo muy buena relación con Anagrama.
¿Próximos proyectos?
Siempre hay algo. Aunque la verdad, no tengo nada comprometido ni acabado por el momento. Me gusta que cada libro que hago sea algo que yo no haya leído antes, distinto a los anteriores, y creo que las cosas en las que estoy embarcado ahora son bastante diferentes.

martes, 18 de enero de 2011

EL DÍA 21 DE ENERO LA BIBLIOTECA PERMANECERA CERRADA, POR CURSO DE LA BIBLIOTECARÍA .
DISCULPEN LAS MOLESTIAS